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Hay algunas canciones que escucharlas es como hacer un pequeño viaje... Al empezar, los primeros acordes desconectan la cabeza de la realidad, y uno se llena como de una energia rara que aumenta mientras avanza la cancion. Uno se desplaza a un contexto totalmente diferente, un mundo vacio donde solo existe quien escucha la cancion, y el/los musico/s que tocan en ella, como si la cancion hubiera sido escrita para una sola persona, y solo existiera por el. En ese momento todo es perfecto, no interesa que pasa en ningun lado, no existe nada mas, solo esa cancion y esa energia... Cuando termina, se siente como si estuviera despertando luego de mucho tiempo de no abrir los ojos, hay una especie de tranquilidad alrededor, pero ya todo vuelve a existir, ya no se esta solo en ese lugar perfecto. Uno se ve muy tentado a poner la cancion de nuevo, pero definitivamente no sera igual, nunca es igual, creo que escuchar una cancion siempre es una experiencia diferente, y ese tipo de euforia solo se siente en momentos muy muy particulares.