sábado, mayo 15, 2004

Sobre rip-off y un concierto

Mucha gente alrededor, hablando, comiendo, muchas niñas lindas, lentes oscuros, algo de sol que pronto degenerara en la lluvia permanente en bogotá los ultimos meses. La tarima de cerveza, como la de cualquier bazar de la policia o de colegio pobre, baja la chizga y se preparan ellos. Conectan todo, prueban sonido, y empiezan a tocar. La energia que crean, y que en general debe fluir y ser devuelta por el publico, solo la regresan 3 o 4 personas sentadas en el pasto mirandolos como si fueran los unicos, como si fuera un concierto privado. Pero no les importa, tocan para ellos, por ellos, por lo que sienten, lo que les hace sentir esa emocion casi paranormal. Tal vez no era el lugar o el ambiente adecuado, pero aun asi siguen como si hubiera mil mentes volando debajo de esa tarima. Al final, ya ni se cuanta gente se necesite, o que tan grande deba ser todo, tal vez si elevan a una persona ya es suficiente, ya esa persona regresa la energia que proyectan.